Los turbantes para bodas son complementos que no todas las mujeres se atreven a llevar, es atrevido y muy complejo, pero con un buen outfit puede ser tu broche para brillar.

Un complemento de origen asiático que se concibió en una sola pieza de tela, que se enrollaba en la cabeza, que ha llegado hasta nuestros días con versatilidad debido a su capacidad para transformase. Su carácter exótico hace de las invitadas que se atreven a llevarlo, unas invitadas de lujos exquisito y aires cosmopolitas.

No sólo sus diferentes posiciones hacen de los turbantes para bodas un complemento de lo más perecedero en la historia. Su posibilidad en cuanto a tejidos es otra de las características que hacen de este complemento todo un éxito, algodones, lentejuelas, encajes… todo lo que puedas imaginar en la actualidad, pero si tenemos que hablar de un material importante en esta prenda, es la seda. El colorido, sus estampados y su caída son fruto del triunfo de los turbantes de seda.

Hoy os voy a dejar una forma de colocaros el turbante con un pañuelo:

Necesitas un pañuelo o un rectángulo de tela bastante largo, lo doblaremos por la mitad en toda su longitud. Con el pañuelo ya doblado por la mitad, nos colocamos desde atrás hacia delante estirándolo y centrándolo muy bien; hacemos un nudo en la parte la frente y después otro más, no apretéis mucho pues puede llegar a doleros la cabeza. Con el sobrante de cada lado (el cual deberá tener la misma medida en los dos) lo doblaremos por la mitad y llevarlo hacia atrás escondiendo todos los picos, lo delanteros debajo de nuestro nudo y los de atrás bajo la doblez que envuelve nuestra cabeza. Este proceso tendrás que repetirlo dos veces.

Ya tienes listo infinidad de turbantes para bodas de forma original y distinta.

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