Bordar a mano está de moda, y trabajar con hilo de seda más aún, así que no te pierdas nuestro post de hoy.

Con el resurgimiento del DIY, las diferentes labores han ido tomando su importancia en nuestros días, como no podía ser menos, el bordado ha llegado en nuestros días totalmente refrescado, con nuevas ideas en cuanto color, texturas y dibujo.

Parar bordar existen infinidad de agujas; las más conocidas las de bordar o agujas “crewel”, son alargadas y puntiagudas, pero para trabajar con el hilo de seda te vendrán mucho mejor las agujas de tapicerías (con punta afilada o roma) son más gruesas y con el ojo más grande para que puedas enhebrar mejor los hilos gruesos como es nuestro caso. Para este tipo de trabajos utiliza mejor telas gruesas e uniformes.

Muchas labores de bordar requieren un bastidor, ya que necesitan que la tela este bien tensa para una correcta tensión de los hilos a la hora de realizar el trabajo.

Los hilos más conocidos son Mouline y el de algodón perlé, pero sin duda os recomiendo el hilo de seda para vuestra iniciación o diferenciación. Tendrás un acabado grueso, rápido, pero a la vez fino y elegante, con colores sólidos que harán brillar tu trabajo.

No obstante, podéis bordar con el hilo que queráis, desde hilo normal, pasando por hilos metalizados o lanas.

No debéis olvidar haceros con unas pequeñas tijeras con punta fina y papel de calca para transferir vuestros patrones. Si te atreves y haces tus propios dibujos utiliza un rotulador o lápiz lavable.

Para aquellas de nuestras seguidoras que se dedican a la sombrerería y crean que esto no os vale para nada, os digo que os equivocáis; recientemente he encontrado dos diseñadores (Stephanie Spencer de Melbourne, Australia y Cecile de Londres, UK) que trabajan esta técnica sobre sus Sombreros y tocados.

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