El material de tu pamela definirá la calidad de tu atuendo, unas alas de pamela sinamay, harán que tu atuendo brille con su máximo esplendor. Como siempre nos gusta decir, la calidad del material hará que nuestro producto marque la diferencia con el resto, es por esto que en la época que ahora comienza, ahora que los rayos de sol empiezan a ser costumbre, queremos acertar en cada uno de nuestros modelos y estilismos, y lo conseguiremos cuidando cada uno de los detalles. ¿A qué no es lo mismo ir a un enlace en la ciudad que a una cena en el campo? ¡Tampoco ir a una merienda o a un brunch! Con la venida de la primavera, cada vez más veraniega tenemos que saber escoger entre tocado y pamela, por eso hoy vamos a compartir unos tips para profundizar en esta decisión.

A pesar de todo lo que queramos destacar con nuestras alas de pamela y nuestra pamela en general, no podemos olvidar en ningún momento que en una boda la protagonista es y debe ser siempre la novia. Por tanto, nosotras como invitadas debemos lucir modelos vistosos pero no excesivamente excéntricos. Una buena teoría a cumplir, al final, siempre es la regla del ‘menos es más’. Asique sabemos que utilizando vestidos de colores lisos o de cortes sencillos, los ojos irán directo a nuestra pamela. Por el contrario, podríamos utilizar la pamela muy discreto que acompañe a un estilismo más extrovertido y disparatado, pero dejaríamos la pamela en un segundo plano de menor importancia.

Como la función primaria de la pamela es resguardar nuestra vista de los rayos del sol, solo deben usarse en ceremonias diurnas y cuando las temperaturas son elevadas. Debemos olvidarnos de las gafas de sol si llevamos una pamela porque prácticamente cubren la misma necesidad y quedaría reiterativo. Por supuesto, tampoco podemos pensar en usar una pamela en un día lluvioso, no combina de ninguna de las maneras con un paraguas.

En definitiva, la pamela es un complemento obligado a adaptarse al rostro de aquella persona que la lleva puesta y no al contrario. Existen alas de pamelas más grandes y otras alas mucho más pequeñas, no todas sentarán genial a todas las mujeres. El ancho de estas nunca debe sobrepasar el límite que marcan los hombros de quién la viste, jugando así con la armonía entre los complementos, ropa y la altura de la persona.

 

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